¿Qué es el contenedor amarillo?
El contenedor amarillo es uno de los que más dudas genera. El contenedor amarillo lleva 20 años en funcionamiento en España, parece poco, ¿verdad? De media puede encontrarse un contenedor amarillo por cada 117 habitantes.
A pesar de que ha habido una muy buena evolución, y cada año aumenta la cantidad de envases de plástico, briks y latas recicladas por habitante, un tercio de la población sigue sin saber con exactitud dónde va cada tipo de residuo.
Errores más comunes del contenedor amarillo
Es lógico pensar que todos los objetos que estén fabricados con plástico y que ya no nos son de utilidad, van al contenedor amarillo, pero no siempre es así. En el contenedor amarillo debe depositarse exclusivamente lo citado anteriormente.
No deben depositarse: juguetes de plástico (que deben ir al contenedor de restos, aunque pueden donarse a muchas organizaciones que se dedican a obras sociales), biberones y chupetes (que también van al contenedor de restos), utensilios de cocina y los cubos de plástico (estos últimos también deben ir al contenedor de restos).
Otros materiales con los que también podemos dudar, y que por tanto no deben depositarse en el contenedor amarillo, son los siguientes: vasos de papel de cafeterías, papel plastificado usado en carnicerías y pescaderías, tupperwares, capsulas de aluminio de café, moldes de silicona para cocinar, termos, macetas de plástico, cajas de CD’s y DVD’s, carcasas de vídeos de VHS y cintas de casete, monederos y carteras, bolígrafos, sacapuntas, mecheros, materiales de plástico de cuadros o fotografías, envases de los medicamentos o neceseres.